Al comparar las biografías de Adolf Hitler y Yogui Bhajan se observa una gran diferencia:
Hitler se crió en un entorno familiar hostil y sufrió maltratos y vejaciones por parte de su padre. Su sueño era ser pintor y artista, pero fue rechazado por la Academia de Bellas Artes. El terror del Tercer Reich se fraguó en el disfuncional hogar del propio Adolf Hitler.
Yogui Bhajan, por el contrario, se sintió apoyado por su padre, que era médico ayurvédico y creció bajo los preceptos del Sikh Dharma.
Tanto Hitler como Yogui Bhajan sintieron en un momento de sus vidas que habían sido elegidos para una misión. Desafiaron las normas y construyeron su propio reino. Ambos tenían un gran poder personal, pero el poder puede ser empleado para la luz o para la oscuridad.
Yogui Bhajan trajo el cielo a la tierra. Hitler, nos trajo el infierno.