Karma, Dharma y reencarnación:
La Terapia Floral como proceso Yóguico de Liberación
(a la luz del Bhagavad Gita)
Los pilares de la construcción teórica de la Terapia Floral se asientan sobre verdades universales que constituyen las estructuras profundas del encuentro humano con lo Divino. En estas verdades concuerdan hindúes, cristianos, budistas, taoístas y sufíes.
Entre las fuentes metafísicas que más claramente influenciaron el modelo de pensamiento del Dr. Bach se encuentran, sin duda, el pensamiento metafísico de la India y la Teosofía.
Hasta aquí, nada de lo dicho resulta novedoso, ya que existen trabajos interesantes al respecto[1]. Sin embargo, durante mucho tiempo, planeó sobre mí la idea de que en lo referente a la influencia de la metafísica Hindú en la obra de Bach, debía existir un texto o libro concreto que hubiera sido fuente de inspiración para sus “Verdades Fundamentales”, sobre todo en lo concerniente a conceptos como Alma, Karma, Dharma y reencarnación. De ser así, la dificultad estribaría en poder seguir el hilo de ese texto desde su origen hasta Bach y poder elaborar una hipótesis de trabajo. Como la idea me resultó apasionante, decidí sumergirme en la esencia interior de la India.
Los textos sagrados que conforman la base teórica de la filosofía vedanta de la India son: el Bhagavad Gita, los Upanishads y los Brahma Sutras.
El cómo averiguar si alguno de ellos dejó huella en las bases filosóficas de la Terapia Floral, ha sido la parte más intensa de esta investigación. Finalmente, las indagaciones realizadas me han conducido a concluir que, el Bhagavad Gita fue, casi sin lugar a dudas, un libro importante para Bach, que probablemente leyó y releyó, y en el que podemos hallar grandes similitudes con las bases metafísicas de la Terapia Floral.
¿Por qué conductos viajó este texto sagrado hasta llegar a manos del Dr. Bach? Esto es, precisamente, lo que trataré de explicar a continuación. Sin embargo, antes haré una breve descripción del Bhagavad Gita.
[1] Véase “Antecedentes Metafísicos del DR. Bach” por Luis Alejandro Hernández Ríos
Karma, Dharma y reencarnación: la Terapia Floral como proceso Yóguico de Liberación (a la luz de Bhagavad Gita). Raquel González
Vídeo de Ponencia en IV Congreso internacional de Terapia Floral SEDIBAC 2013
EL BHAGAVAD GITA
Es un poema épico y místico escrito en sánscrito, que representa la esencia del conocimiento védico (antiguas escrituras que componen la base de la filosofía y la espiritualidad hindú). Forma parte del Mahabharata, que es considerada la más extensa epopeya épica del mundo, con sus casi 100.000 versos repartidos en 18 libros. El Bhagavad Gita, también conocido como “Canto del bienaventurado” o “Canto del Señor”, se intercala en el libro VI del Mahabharata y consta de 18 capítulos que abarcan 700 versos. Es uno de los libros más antiguos que existen, y coincide, asombrosamente, con las más recientes teorías de la física cuántica y de la astrofísica, como la estructura del universo, o de la naturaleza energética y la teoría de la materia. Originalmente fue transmitido como un relato oral. Posteriormente, sus enseñanzas fueron presentadas hace 5000 años por el gran sabio Vyasadeva.
En su lectura literal, esta epopeya narra la historia de dos familias enfrentadas, los Pandavas y los Kauravas, que en un momento dado tienen que entrar en combate. Se trata de una guerra entre primos: los Pandavas dirigidos por Arjuna y los Kauravas por Duryodhana. Ambos acuden a Krishna (Dios, la causa de todas las causas o la verdad Suprema) y éste decide ponerse del lado de Arjuna y ejercer sobre él como guía y consejero. Arjuna es el guerrero del clan de los Pandavas y se encuentra lleno de dudas antes de la batalla, dudas que son reveladas a Krishna y que éste responde con gran sabiduría. El primer capítulo habla puramente de las dudas de Arjuna ante su futura batalla, y los siguientes capítulos contienen las enseñanzas de Krishna a través del Yoga.
Pero este Yoga no es lo que nosotros entendemos por Yoga en occidente (una serie de ásanas o posturas físicas), sino el Yoga como doctrina filosófica que aspira a la unión del alma con Dios, un camino de perfeccionamiento y de crecimiento interior cuya meta es alcanzar la liberación.
El propósito primordial de la obra es sacar a la humanidad de la ignorancia, elevándonos desde los niveles más básicos del conocimiento hacia la cima de la Verdad Absoluta.
En definitiva, el Gita versa sobre la forma de suprimir de la vida el dolor y la tristeza y sobre cómo alcanzar el premio más alto: la liberación y la autorrealización en esta vida. Y no se contenta con hablar de ello en términos abstractos, sino que nos ofrece un mapa detallado. El libro se convierte, pues, en un verdadero proceso yóguico hacia la liberación de los condicionamientos de la personalidad (cuerpo/mente/emoción) para alzarse victorioso ante la única Verdad: que al Amor nos hará libres, porque Amar es conocer a Dios, Amar nos hace Ser uno con Dios y finalmente, Amar nos hace ser Dios mismo.
Esta obra milenaria, se interna en la comprensión de cinco verdades Básicas:
- la existencia de Krishna o la Suprema Verdad, también conocido como la causa de todas las causas.
- La existencia del Alma o Conciencia individual
- La Naturaleza material y sus leyes (Prakriti)
- Karma, el resultado del trabajo (ley de causa y efecto)
- Kala, el tiempo.
Tanto la metafísica hindú como el pensamiento de Bach tienen un mismo punto de partida: la existencia de una polaridad básica entre Alma y personalidad. Es esta dualidad la ley fundamental que permite el movimiento de la vida y sin ella no sería posible la evolución del hombre hacia su realización (liberación). Este conflicto entre Alma y personalidad es la causa del sufrimiento y la enfermedad. La vida sería entonces como un campo de batalla, y nuestra existencia un combate entre nuestra Divinidad (Alma o chispa Divina) que quiere alcanzar la perfección y nuestra personalidad (dualidad cuerpo/mente) que vive atada a las leyes de la materia.
Así mismo, el Bhagavad Gita representa una batalla metafórica dentro de nosotros mismos, un conflicto entre nuestra Alma y nuestra personalidad.
Si realizamos una lectura simbólica del texto, tenemos:
Arjuna representa al aspirante, al iniciado que comienza el proceso yóguico de liberación de los condicionamientos de la personalidad y se pone bajo la dirección de su Yo superior (Alma).
Krishna, el conductor del carro, es el Yo Superior, la Divinidad que hay en nosotros.
El campo de batalla es la vida cotidiana, llena de pruebas y experiencias. Es también, por un lado, el campo del Dharma, o sea, el deber de uno (nuestro propósito o misión en esta vida) tal y como lo ha impuesto el Karma (ley de causa y efecto), valiéndose de nuestro medio ambiente particular, la herencia, los deberes y nuestro lugar en la evolución. Es, además, el lugar de la actividad terrena, donde cada uno de nosotros tiene que librar su propia batalla.
Los parientes y amigos representan los apegos y la mente (Ego) que se empeñan en hacernos volver la espalda a los dictados del Yo Superior.
Antes de adentrarme en exponer los paralelismos existentes entre las “verdades fundamentales” de Bach y las enseñanzas del Bhagavad Gita, explicaré mi hipótesis acerca de cómo pudo tener Edward Bach acceso a la lectura de este magnífico texto:
Como es de suponer, la influencia de un clásico de la sabiduría y espiritualismo como el Bhagavad Gita no se limitó únicamente a la India. Este texto sagrado, ha dejado una huella profunda en el pensamiento de generaciones de filósofos, teólogos, educadores, científicos y autores del mundo occidental como Platón, San Agustín, Pascal, Newton, Leibnitz, Kant, Shopenhauer, Hegel, Goethe, Hesse, C. Jung o Einstein.
La primera traducción del Bhagavad Gita del sáncrito al inglés se remonta a 1785 y fue realizada por Charles Wilkins[1] (1750-1836), bajo los auspicios de la Sociedad Asiática de Bengala. En 1885, el poeta victoriano Edwin Arnold[2], por entonces ya muy famoso debido a su poema “The Light of Asia”, sobre la vida de Buda, publica su traducción del Gita con el título “The Celestial Song”.
EL BHAGAVAD GITA Y LA TEOSOFÍA
La Sociedad Teosófica fue fundada por Helena Petrovna Blavatski (Madame Blavatski) en 1875 en la ciudad de Nueva York. El propósito de esta Sociedad era devolver al mundo una Filosofía Hermética perdida desde hacía milenios para Occidente. Para divulgar todo ese conocimiento, se crearon numerosas sedes filantrópicas y se publicaron incontables libros.
Ya desde tiempos de Madame Blavatsky, el Bhagavad Gita había sido muy bien recibido en el ámbito teosófico, al grado de ser altamente recomendado y estudiado.
A tal punto era importante este texto, que a su muerte, Blavatsky dejó en uno de sus testamentos la petición de “que anualmente, en el aniversario de su muerte, algunos de sus amigos debieran reunirse a leer un capítulo de “La Luz de Asia” y uno del Bhagavad Gita”.[3]
Annie Besant (1847-1933), sucedió a Blavatski en el cargo de la Sociedad Teosófica y fue su presidenta desde 1903 hasta 1933. En 1902 fue iniciada a la masonería. En 1911 se convirrtió en Vicepresidenta de la Comasonería[4] mundial y alcanzó el grado de Gran Maestre.
En cuanto a su interés por el Bhagavad Gita, fue tal que en 1905 publicó una traducción de este texto del sánscrito al inglés. En 1906, dictó un ciclo de cuatro conferencias titulado “Sugerencias para el estudio del Bhagavad Gita”[5]. Al comienzo de esas conferencias Annie Besant dice: “Hablar del Gita es hablar de la historia del mundo, de su vasta complejidad, de esa trama de deseos, pensamientos y acciones que conforman la evolución de la humanidad.”[6]
Posteriormente surgieron del tronco de la Sociedad Teosófica diversas agrupaciones de carácter esotérico y religioso, donde entraron en escena célebres esoteristas como Rudolf Steiner y Alice A. Bailey.
Rudolf Steiner llegó a ser uno de los miembros más brillantes y reconocidos de la Sociedad Teosófica. Annie Besant le otorga, en 1904, el mando de la Sociedad Teosófica en Austria y Alemania. Pocos años más tarde, Steiner se desmarcará de la Teosofía y fundará una nueva asociación: la Sociedad Antroposófica.
En cuanto al interés que pudo tener Rudolf Steiner por el Bhagavad Gita, no me cabe duda de que lo tuvo, ya que en 1914 publica la primera edición de “Los fundamentos ocultos del Bhagavad Gita” en Berlín, editado por la Editorial Antroposófica. Este libro recopila un ciclo de conferencias que Rudolf Steiner dio en Helsingfors en 1913. En su primera conferencia Steiner dice lo siguiente: “El primer contacto del mundo occidental con el Bhagavad Gita se produjo en un momento en que aquél ya no tenía sino muy poca posibilidad de comprender sus primarias y originales fuentes de clarividencia. No obstante, este máximo cantar de la Divinidad o, mejor dicho, de lo divino, irrumpió en occidente como un rayo esplendoroso. ¿Qué sabía la cultura occidental acerca de la cultura oriental hasta los días en que llegó a tener conocimiento del Bhagavad Gita? ¡Salvo algunas cosas que se conocieron precisamente en el siglo pasado, muy poco!”.
Ha sido al leer las conferencias de Steiner sobre el Bhagavad Gita, cuando he sido plenamente consciente de la gran importancia que este libro tuvo para toda la Teosofía. Podría decir, sin miedo a equivocarme, que este texto sagrado forma parte de la luz espiritual de la doctrina Teosófica y, si Edward Bach tuvo contactos con la Teosofía, es prácticamente seguro que quedara seducido por la mística de este poema.
Mucho se ha hablado sobre la posible influencia de la Teosofía y de Rudolf Steiner en la obra de Bach. El propio Julian Barnard, en su libro “Forma y Función”, dice lo siguiente: “En cuanto a la propia búsqueda vital y el desarrollo espiritual de Bach, muy poco puede decirse con equidad, pues fue cuidadoso de evitar referencias específicas a religión o filosofía alguna. Abrazó una enseñanza espiritual universal que incluye a Buda, la Madre India, Cristo, los Grandes Maestros, y el gran grupo de la Fraternidad de la Hermandad Blanca.”
El término “Fraternidad de la Hermandad Blanca” conecta a Bach directamente con la Teosofía, ya que este término hace referencia expresa a la Sociedad Teosófica, que en los tiempos de Bach estaba guiada desde Inglaterra por Annie Besant y otras damas de la alta sociedad, como Lady de la Warr, que durante años fue la protectora de Krishnamurti en Gran Bretaña. Gracias a las investigaciones de Ricardo Mateos[7], conocemos los círculos aristocráticos en los que se movía Edward Bach y las conexiones que tenía con los teósofos.
Por último, cabe mencionar a Alice A. Bailey (1880-1949), que también formó parte de la Sociedad Teosófica hasta 1919. Entre sus escritos, existen algunos dedicados al Bhagavad Gita. Buen ejemplo de ello lo constituyen los trabajos titulados “Notas sobre el Bhagavad Gita con referencia a la Biblia Cristiana” y “Notas sobre el Bhagavad Gita, el primer capítulo.[8]
EL BHAGAVAD GITA EN LA OBRA DE BACH
Realizar una comparativa entre todos los escritos de Bach y el Bhagavad Gita, excedería enormemente el volumen de este trabajo. Sin embargo, donde más claramente se aprecia el reflejo de las enseñanzas del Bhagavad Gita en los pilares filosóficos y metafísicos de la Terapia Floral es, en el Capítulo II de su libro “Cúrate a ti mismo”, donde se exponen las cinco verdades fundamentales para entender la naturaleza de la enfermedad. A continuación, expongo algunos ejemplos.
Las 5 verdades fundamentales a la luz del Bhagavad Gita:
1- “El hombre tiene un Alma que es su ser real; un ser Divino, Poderoso, Hijo del Creador de todas las cosas, del cual el cuerpo, aunque templo terrenal de esa Alma, no es más que un diminuto reflejo: que nuestra Alma, nuestro ser Divino que reside en y en torno a nosotros, nos da nuestras vidas como quiere él que se ordenen y, siempre que nosotros lo permitamos, nos guía, protege y anima, vigilante y bondadoso, para llevarnos siempre a lo mejor; que Él, nuestro Ser Superior, al ser una chispa del Todopoderoso, es, por tanto, invencible e inmortal.” Edward Bach.
Baghavad Gita:
Capítulo 2:
Verso 12
“…Los cuerpos físicos aparecen y desaparecen, pero no el Alma, la fuerza vital que mora en ellos.”
Verso 16
“…el cuerpo de cada cual no es Real. Sin embargo, dentro de él mora algo que lo es: el Alma, que es la existencia misma, la conciencia pura.”
Verso 17
“… El Alma, el Verdadero Ser Interior, permanece siempre igual a sí mismo. Los objetos del universo material aparecen y desaparecen, van y vienen, pero el Alma nunca cambia.”
Verso 18
“Sólo el cuerpo es mortal, sólo él llega a su fin. El Alma nunca llega a su fin, es inmortal.”
Verso 20
“El Alma, eso Real que somos, nunca nació ni morirá jamás. En verdad, esta Realidad eterna que llevamos dentro no se destruye ni sufre cambio alguno. Cuando tu ego se entroniza y tú identificas equivocadamente tu ser con tu cuerpo, piensas que la muerte física es la muerte de tu ser, y eso te resulta aterrador. Pero al Ser, al Alma, no se lo puede matar. Por más que se mate el cuerpo, el Alma permanece intacta.”
Verso 21
“Quien comprende este principio, difícil de captar, del Alma eterno, indestructible e inmodificable, se da cuenta de que en este nivel de comprensión no puede hablarse de matar ni de ser matado.”
Verso 23
“El Morador interno no es afectado por los cambios del mundo. Las armas no lo hieren, el fuego no lo quema, el viento no lo seca, el agua no lo moja. Este Ser interior lo permea todo. Es además eterno e inmutable, porque está más allá de la dimensión terrenal del tiempo. El tiempo no tiene acceso a él.”
2- “Nosotros, tal y como nos conocemos en el mundo, somos personalidades que estamos aquí para obtener todo el conocimiento y la experiencia que pueda lograrse a lo largo de la existencia terrena, para desarrollar las virtudes que nos falten y para borrar de nosotros todo lo malo que haya, avanzando de ese modo hacia el perfeccionamiento de nuestras naturalezas. El Alma sabe qué entorno y qué circunstancias nos permitirán lograrlo mejor, y, por tanto, nos sitúa en esa rama de la vida más apropiada para nuestra meta.”
Bhagavad Gita:
Capítulo 3:
Verso 16
“porque este mundo es una escuela, un lugar para disciplinar, adiestrar y elevar a todos los seres”
Verso 33
“Todos los seres vivos, incluso los mayores sabios, obran de acuerdo con su naturaleza. Esto es importante. Las ideas e inclinaciones que predominan en una persona son el origen de su conducta. A esto lo llamamos su “naturaleza”.”
Verso 34
“No trates de sofrenar tu naturaleza, sino de mejorarla poco a poco. Los mayores obstáculos para la realización espiritual son los sentidos, y éstos derivan su poder de las numerosas preferencias y rechazos que han sido impresos en la mente (por la familia, la cultura y las acciones de cada uno en esta vida y en otras anteriores. Este sistema profundamente inoculado, y en gran medida inconsciente, de preferencias y rechazos es lo que da origen a las ideas, deseos e inclinaciones de cada persona. Cuando hablamos de la naturaleza de un individuo, nos referimos en gran parte a esta estructura mental.”
“Lo mejor que puedes hacer con estas ideas y deseos, Arjuna, es transmutarlos en una actitud devota, en tu deseo de Dios. Si prevalece esta actitud, el sistema de preferencias y rechazos se diluye, y poco a poco desaparece el feroz deseo de los sentidos. Los deseos son enemigos cuando se dirigen hacia lo externo, pero aliados cuando apuntan a lo interno, a la Divinidad.”
“Recuerda, Arjuna, que la vida del cuerpo y de los sentidos no es un fin en sí mismo, sino sólo una etapa transitoria.
Capítulo 5:
Verso 41
“De acuerdo con la ley del Karma, las almas reencarnan en medios adecuados a su logro espiritual.”
Verso 45
“Gracias a un constante empeño espiritual ejercido a lo largo de muchas vidas, se alcanza el objetivo último de ser uno con Dios. Ser un yogui significa emprender seriamente el camino, pero no siempre estar al final de él. Uno es yogui en el proceso de devenir y debe persistir en sus sucesivos nacimientos, hasta que esté en condiciones de fusionarse con la Deidad Suprema.”
3- “Tenemos que darnos cuenta de que nuestro breve paso por la tierra, que conocemos como vida, no es más que un momento en el curso de nuestra evolución, como un día en el colegio lo es para toda una vida, y aunque por el momento sólo entendamos y veamos es único día, nuestra intuición nos dice que nuestro nacimiento está infinitamente lejos de ser nuestro principio y que nuestra muerte está infinitamente lejos de ser nuestro final. Nuestras almas, que nos nuestro auténtico ser, son inmortales, y los cuerpos de que tenemos conciencia son temporales, meramente como caballos que nos llevaran en un viaje o instrumentos que utilizáramos para hacer un trabajo dado.” Edward Bach
Bhagavad Gita:
Capítulo 2:
Verso 22
“Así como una persona se saca una ropa que ya está muy gastada, lo que mora dentro del cuerpo se saca su gastada vestidura humana y se pone una nueva.”
Verso 28
“Todos los seres son temporarios. Antes de nacer son no manifestados, no materiales; al nacer se vuelven manifiestos, y otra vez se tornan no manifestados al morir.”
Capítulo 5:
Verso 8-9
“El iluminado siempre piensa: “Yo” no hago nada; “yo” sólo soy el instrumento”. Tiene plena conciencia de esto mientras ve y oye, toca o huele, come o se mueve, duerme, respira, habla, sujeta o suelta lo que tiene en su mano, abre o cierra los ojos… Todas éstas son interacciones entre los sentidos del cuerpo y los objetos del mundo. Estas actividades pueden parecer reales pero no son más que la naturaleza que opera, no son el Ser. Las acciones que corresponden a la existencia corporal se realizan en el ser mundanal, que no es el Ser real. Como ya aprendiste, el Alma está más allá de las cosas mundanas.”
Verso 11
“Para una persona de obrar correcto que ha entregado toda su vida a la Divinidad, el cuerpo, los sentidos y el intelecto no son sino instrumentos de su autopurificación.”
4- “Mientras nuestra Alma y nuestra personalidad estén en buena armonía, todo es paz y alegría, felicidad y salud. Cuando nuestras personalidades se desvían del camino trazado por el alma, o bien por nuestros deseos mundanos o por la persuasión de otros, surge el conflicto. Ese conflicto es la raíz, causa de enfermedad y de infelicidad. No importa cuál sea nuestro trabajo en el mundo –limpiabotas o monarca, terrateniente o campesino, rico o pobre-, mientras hagamos ese trabajo particular según los dictados del alma todo está bien; y podemos además descansar seguros de que cualquiera que sea la posición en que nos encontremos, arriba o abajo, contiene esta posición las lecciones y experiencias necesarias para ese momento de nuestra evolución, y nos proporciona las mayores ventajas para el desarrollo de nuestro ser.” Edward Bach
Bhagavad Gita:
Capítulo 2:
Verso 31
“Debes considerar que tu deber personal en la vida (dharma) es la responsabilidad que tienes hacia este Ser superior, esta Alma. Este nivel supremo del deber exige que uno nunca haga nada contrario a su Verdadero Ser Interior. Y aun cuando consideres tu deber propio desde una perspectiva más estrecha, no debes vacilar en luchar. ¡Para un guerrero, el mayor deber es librar batalla contra el mal, contra la codicia y la crueldad, contra los celos y el odio!”
Verso 33
“Pero si no libras esta batalla del bien contra el mal, no sólo habrás fracasado en tu deber mundano sino también en el que tienes para con tu propio Ser. ¡Habrás violado tu deber personal (dharma)!.”
Capítulo 18:
Verso 59
“Nadie provoca mayor daño que quien se abstiene de seguir su verdad interna! Has sido nutrido en los deberes de un guerrero o dirigente. Tus aptitudes, temperamento y disposición son tales que debes oponerte al mal que se hace en el mundo. Si tienes por delante esta noble lucha, no puedes decidir, dejándote llevar por un impulso, que habrás de decidirte a la quietud y a la ascesis. Este impulso del ego ha generado un conflicto en tu persona. No caigas en el egoísmo, que eso te traerá desgracia.”
Interesante es la semejanza de este verso con el siguiente comentario de Bach: “Las enseñanzas de las religiones, si se interpretan debidamente, nos indican “Abandonad todo y seguidme”, y eso significa que nos entreguemos totalmente a las exigencias de nuestro Ser Superior, pero no, como algunos imaginan, abandonar casa y comodidades, amor y lujos; la verdad está muy lejos de eso. Un príncipe puede ser, con todas las glorias del palacio, un enviado de Dios y una auténtica bendición para su pueblo, para su país –y aun para el mundo-; cuánto se habría perdido si ese príncipe hubiera imaginado que su deber era meterse en un monasterio.” Cúrate tú mismo.
5- “La Unidad de todas las cosas: el Creador de todas las cosas es Amor, y todo aquello de lo que tenemos conciencia es en su infinito número de formas una manifestación de ese Amor, ya sea un planeta o un guijarro, una estrella o una gota de rocío, un hombre o la forma de vida más inferior. Podemos darnos una idea de esta concepción pensando en nuestro Creador como en un sol de amor benéfico y resplandeciente y de cuyo centro irradian infinitos rayos en todas las direcciones, y que nosotros y todos aquellos de los que tenemos conciencia son partículas que se encuentran al final de esos rayos, enviadas para lograr experiencia y conocimiento, pero que, en última instancia, han de retornar al gran centro. Y aunque a nosotros cada rayo nos parezca aparte y distinto, forma en realidad parte del gran Sol central. La separación es imposible, pues en cuanto se corta un rayo de su fuente, deja de existir. Así podemos entender un poco la imposibilidad de separación, pues aunque cada rayo pueda tener su individualidad, forma parte, sin embargo, del gran poder creativo central. Así, cualquier acción contra nosotros mismos o contra otro afecta a la totalidad, pues al causar una imperfección en una parte, ésta se refleja en el todo, cuyas partículas habrán de alcanzar la perfección en ultima instancia.” Edward Bach
Bhagavad Gita:
Capítulo 4:
Verso 24
“¡Todo, Arjuna, todo en la creación es Dios mismo! Lo que se ofrenda es Brahman[9]; el acto de la ofrenda es también Brahman; el que hace la ofrenda es Brahman; hasta el fuego al que se echa la ofrenda es Brahman. Dios no es algo lejano, sino que está dentro de ti y es tu Ser. Si ves la Divinidad en todas tus acciones lograrás la unión con Él, con Brahman.”
Capítulo 5:
Verso 18
“Ellos saben que la luz del Sol ilumina igual a todas las criaturas. Quienes poseen esta sabiduría del Ser contemplan con visión unitaria a todos los seres y los aman igual a todos, ya sea que sean espiritualmente avanzados o que sean los más atrasados, e incluso una vaca o un perro. El verdadero conocedor de Brahman sólo ve la Divinidad en todas partes, en todos los seres y en todas las cosas.”
Capítulo 7:
Verso 6
“la compenetración de estos dos reinos, el de la naturaleza, que materia inerte, y el del espíritu, que es la conciencia vital, constituye el útero de todos los seres. La vida misma se origina en esta unión de naturaleza y espíritu. El universo íntegro evoluciona a partir de estos dos aspectos de mí y se disolverá al fin en mí.
Verso 7
“Yo, Arjuna, soy la conciencia pura, la esencia que subyace en todos los elementos y seres. Nada existe separado de mi Divinidad. No hay poder en el cosmos que no emane de mí ni me pertenezca. El universo cuelga de mí como si yo fuera el hilo que enlaza todas las cuentas del collar. Las gemas pueden variar enormemente entre sí, pero una misma fuerza las mantiene unidas, un cordón central, que soy Yo, la Divinidad.”
Verso 10
“Soy la semilla primordial de toda entidad, el discernimiento de los inteligentes, el esplendor en todos los seres y cosas resplandecientes.”
Capítulo 13:
Verso 28
“los videntes auténticos, al percibir la Divinidad en todos, no le hacen daño a nadie. En cambio, quienes no perciben esta unidad se aíslan de los demás y diferencian a amigos de enemigos. Éstos son los que dañan. ¡La ilusión de la separatividad causa todos los males perpetrados por la humanidad! ¿Cómo puede alguien que conoce el Alma dañar esa misma Alma en otro? Como ya te he reiterado muchas veces, el verdadero vidente del Alma alcanza la Deidad y deja tras de sí la muerte y el renacimiento.”
Verso 30
“En definitiva, deben aprender esta extraordinaria lección: todas las criaturas, aunque parezcan separadas, son en verdad una sola; todos los seres emanan de la Deidad y están unidos en ésta. Quien aprende esta lección se convierte en la Deidad y alcanza así la liberación.
Verso 33
“Así como un sol único ilumina el mundo entero, todos los seres, grandes y pequeños, santos y pecadores, encumbrados y degradados, obtienen su luz (de la Deidad), su concientización, de esta única fuente.”
Capítulo 18:
Verso 55
“Ten bien en claro la decisiva importancia del amor. Amar es conocerme. El propio acto de amar es la experiencia de conocerme… ¡porque Yo soy Amor, Arjuna! Amar es conocer mi naturaleza más íntima, la Verdad que Yo soy. Mediante este conocimiento profundo y sagrado tendrás acceso a mí y te volverás uno con mi Ser. ¡Amar es conocer a Dios! Quien conoce profundamente a Dios se vuelve Dios mismo.
También, para Edward Bach, “el Creador de todas las cosas es Amor”[10]. El camino que él nos propone con la Terapia Floral tiene como destino la perfección, porque “todos somos miembros de una gran comunidad embarcados en el mismo viaje y con la misma meta gloriosa al final[11]”. Esa meta gloriosa es “unirse con el esquema de Amor infinito de su Creador[12]”. Esto es, justamente, el significado del Yoga.
Dice Krishna (la Divinidad) a Arjuna (el aspirante a yogui) en el Bhagavad Gita:
“Por ahora, Arjuna, tu entendimiento está perturbado por ideas y doctrinas que están en pugna. Cuando puedas descansar sereno y contemples tu Verdadero Ser Interior, te habrás iluminado y estarás totalmente unido a la Divinidad gracias a tu amor. Ésta es la culminación del Yoga: la fusión de la conciencia individual con la Conciencia Cósmica. ¡Ésa es la finalidad de la vida!”.
Al igual que el Bhagavad Gita, la obra de Bach nos ofrece una ruta detallada, un camino iniciático en el que todos nosotros somos el guerrero Arjuna luchando en nuestro campo de batalla personal, inmersos en el proceso yóguico que conduce a la liberación. Sin duda, este es el más apasionante de los viajes.
[1] Traductor, escritor y orientalista inglés. En 1784 fundó la Sociedad Asiática de Bengala junto con Sir Williams Jones. Wikipedia
[2] Edwin Arnold (1832-1904). Poeta y periodista inglés. Wikipedia.
[3] Texto tomado de “Los Testamentos de Helena P. Blavatsky” de Erner Pelletier. Fuente: www.theosophionline.com
[4] Obediencia masónica que permite la iniciación de mujeres. Wikipedia.
[5] Fuente: www.upasika.com
[6] Fuente: www.upasika.com
[7] “Edward Bach: el hombre en el contexto de su tiempo. De la moral victoriana al esoterismo de los años 30”. Ricardo Mateos
[8] Tomado de “Teosofía”, revista española (1932). Digitalizado por Biblioteca Upasika. www.upasika.tk
[9] Brahman es la Divinidad, la Presencia Divina, la Conciencia Superior Absoluta. No confundir con los brahmanes o integrantes de la clase sacerdotal.
[10] Edward Bach. “Cúrate a ti mismo”
[11] Edward Bach. “Cúrate a ti mismo”
[12] Edward Bach “Cúrate a ti mismo”
BIBLIOGRAFÍA:
– A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada. El Bhagavad-gita tal como es. www.spiritual-revolutionary.com
– Bach, Edward. 2004, Obras completas. Julian Barnard. Barcelona. Océano.
-Barnard, Julian. 2008, Forma y Función. Hereford, Flower Remedy Programme.
-Besant, Annie. Bhagavad Gita. Biblioteca Upanika. www.upanika.com
-Grecco, Eduardo H. 2004, El legado del Dr. Bach. Buenos Aires. Continente.
-Grecco, Eduardo H. 2005, Edward Bach, La luz que nunca se apaga. Buenos Aires. Continente.
-Hawley, Jack. 2010, El Bhagavad Gita para todos. Argentina. Deva´s.
-Hernández Ríos. Antecedentes Metafísicos del Dr. Bach.
-Mateos. Ricardo. Edward Bach: el hombre en el contexto de su tiempo. De la moral victoriana al esoterismo de los años 30.
-Pelletier, Emer. Los Testamentos de Helena P. Blavatsky. www.theosophionline.com
-Steiner, Rudolf. Los fundamentos ocultos del Bhagavad Gita. Buenos Aires. Editorial Antroposófica.